El Diario
Joy U.
04 de noviembre de 2021
- Vilisa Morón, bióloga y presidenta de la Sociedad Venezolana de Ecología, explicó para El Diario que recuperar el territorio afectado por la minería es un proceso “muy difícil que llevaría años” debido al derribamiento de árboles y movimiento de tierras. No obstante, si se logra, solo se recuperaría una parte de la diversidad.
La minería en los estados sureños de Venezuela ha existido desde 1980. Aunque desde entonces representa un daño al medio ambiente, hace cinco años la actividad minera, legal e ilegal, se ha incrementado y, por ende, las consecuencias también. En 2016, Nicolás Maduro anunció la creación del Arco Minero del Orinoco y destinó 112.000 kilómetros cuadrados de selva tropical al sur del río Orinoco para la extracción de oro y coltán.
De acuerdo con los ambientalistas, desde entonces la minería proliferó y transformó a los estados Bolívar y Amazonas, que es donde se concentra la mayor parte de la actividad. El plan del Arco Minero contradice explícitamente los estándares ambientales establecidos en la Constitución del país.
Vilisa Morón, bióloga y presidenta de la Sociedad Venezolana de Ecología, aseguró en exclusiva para El Diario que poder recuperar una vegetación con la diversidad que poseía la zona del Macizo Guayanés (donde está el Arco Minero) es prácticamente imposible.
¿Por qué es irreversible el daño?
Morón detalló que cuando en un terreno se llevan a cabo actividades mineras, los árboles y el suelo son removidos, realizando huecos de hasta 20 o 30 metros de profundidad. Estos movimientos de tierra eliminan la capa orgánica del suelo donde crecen las plantas.
De acuerdo con información recabada por Morón, al sur del país son casi 5.000 hectáreas las que están siendo víctima de la actividad minera. Algo que no se registraba hace cinco años.
“Si logramos eliminar las actividades mineras en gran parte del territorio dañado, primero habría que hacer un trabajo complejo de recuperación de suelos, para luego poder proceder a una restauración de especies. Pero aun así, no se lograría recuperar en su totalidad la diversidad que existía en el sur del país, porque obviamente cuando iniciaron con la minería no estuvieron pendiente de recoger semillas ni levantar información sobre la vegetación”, puntualizó.
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Ecología agregó que la actividad de minería que tiene lugar al sur del país también afecta a los ríos. Comentó que la tierra que se remueve para las actividades mineras, es lanzada a los ríos cercanos cambiando la composición química y la turbidez del agua.
Foro de Berlín: Amazonía en Alarma
El 28 de octubre se llevó a cabo el Foro de Berlín sobre los daños y amenazas a la Amazonía de América Latina. En el evento virtual participó la bióloga venezolana Vilisa Morón para exponer el caso Venezuela con el Arco Minero.
En el foro que fue a través de la plataforma Zoom también participaron expertos de Perú, Bolivia y Colombia, quienes detallaron los daños a la Amazonía en sus territorios. Tanto en estos países, como en Venezuela, el punto común fue que la población indígena de las zonas afectadas está siendo amenazada y desplazada por enfrentarse a las personas que deforestan el bosque para sus diferentes actividades.
Presencia de grupos irregulares en el sur de Venezuela
El 26 de octubre de este año, la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del estado Amazonas (Orpia) denunció que la presencia de garimpeiros brasileños realizando actividades de minería ilegal en Amazonas.
El coordinador general de Orpia, Eligio Dacosta, aseguró en una rueda de prensa que la información fue corroborada por un yanomami, que además comentó que “están dañando y contaminando el río Orinoquito para sacar oro”.
Dacosta especificó que se están generando “situaciones delicadas” que se estarían generando entre los garimpeiros y los yanomamis debido a la invasión a sus territorios.
La ONG Fundaredes publicó en septiembre de este 2021 una investigación titulada Grupos armados irregulares someten a etnias indígenas en la frontera venezolana, donde se detalla que en la minería ilegal al sur del país participan activamente grupos armados irregulares.
De acuerdo con la organización, estos grupos han penetrado en las comunidades indígenas y se imponen por medio de hostigamientos, persecuciones, desapariciones, torturas, abuso sexual, reclutamiento forzado, esclavitud moderna, además de causar un severo daño ecológico y cultural.
Poblaciones indígenas podrían extinguirse
La bióloga Morón lamentó que las comunidades indígenas se están quedando sin integrantes, ya que muchos de ellos pierden la vida trabajando ilegalmente en la minería, mientras que otros deciden irse de Venezuela.
De acuerdo con un informe de la asociación civil Kapé Kapé, la presencia tanto de grupos armados extranjeros, como grupos armados del Estado ejercen acciones violentas contra los jóvenes, mujeres, hombres, niños y niñas indígenas que laboran en las minas.
Queda en evidencia que la situación en la Amazonía es grave, tanto para el ambiente como para las comunidades que habitan en ese territorio. El daño a la vegetación y al ecosistema de los ríos es tan significativo como la pérdida de la cultura indígena debido a la violencia y al desplazamiento.
Tomado de: https://eldiario.com/2021/11/04/mineria-amazonia-imposible-recuperar-vegetacion/